Hace aproximadamente 10 años realicé una aplicación para el IRTA (Institut de Recerca i Tecnología Agroalimentaria) en la que además de gestionar explotaciones de ganado ovino, debíamos de identificar única e inequívocamente a cada oveja.
El responsable del proyecto (Josep Lluís Boleda) me comentó la existencia de unos microchips creados por la compañía americana AVID que envueltos en un “bolo”

Bolo
con un recubrimiento especial, permitía el ser ingerido por el animal y no podía ser expulsado hasta su llegada al matadero, asegurando así la correcta trazabilidad del animal.
El chip emitía un código de 16 cifras único en el mundo (algo parecido a un código de barras) y que la aplicación desarrollada en Velneo debía de recoger.
Para ello, se utilizaron unos lectores especiales con una salida a puerto serie RS232

Lector
y que sólo eran activados en el momento de acercarse a 20 centímetros del chip pasivo. Diseñamos el protocolo de comunicación de los lectores y Velneo y así pudimos identificar cada animal únicamente. Actualmente, es posible también su conexión mediante conexión Bluetooth.